La serie NON-STOP surge de concebir la pintura abstracta como un territorio infinito, sin fronteras ni límites. Aquí, los resultados nacen de acumular y alternar diferentes procesos de trabajo, obra tras obra, en un flujo constante: un verdadero non-stop pictórico.
El propósito es buscar aquellas alteraciones que permiten que sea la propia pintura la que se imponga sobre cualquier idea o representación. Por eso, no se pretende que un tema o concepto sea explícito en el resultado final, sino que la obra respire desde su autonomía y su propio devenir.